Mi profe me tiene mania
Este cuento está pensado para potenciar las habilidades sociales y emocionales. Especialmente en aquellos momentos del desarrollo o para aquellos niños/as a los que les cuesta más dejar a un lado las emociones y analizar objetivamente lo que les ha sucedido.
El cuento Mi profe me tiene manía está pensado para potenciar las habilidades sociales y emocionales de niños y niñas entre los 5 y 12 años de edad. Trata temas relacionados con la comprensión de uno mismo y de los demás, las estrategias necesarias para mejorar las relaciones sociales y ayudar en la solución de conflictos. Estos cuentos resultan especialmente indicados para aquellos niños y niñas más inquietos e impulsivos, aquellos que tienen más dificultades en controlar sus emociones, a los que les resulta más difícil ponerse en el lugar de los demás y que necesitan cierto entrenamiento para mejorar sus habilidades sociales. Los aprovecharán especialmente muchos niños con Déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH) o con Asperger.
Resumen de la historia:
Lucas está muy enfadado porque, metido en su mundo durante la clase de inglés, no se percató de los gritos de enfado del
profesor y tuvo la mala suerte de hablar en el momento menos apropiado. La ira que siente Lucas le hace pensar que el castigo que le ha impuesto es profesor, no solo es injusto sino que es fruto de la “manía” que le tiene.
Su profesora de música y tutora, que le conoce bien, intentará que Lucas deje a un lado el torbellino de emociones negativas
que le impiden centrarse y analizar objetivamente lo que ha sucedido y por tanto, hallar una conveniente solución a este
problema. Al mismo tiempo, ella le brindará la oportunidad de enfrentarse a sus inseguridades animándole a mostrar a los
demás una habilidad escondida: su capacidad para tocar el saxo en la función de Navidad.
¿Qué aprenderán?
Esta historia ayudará a los niños a:
– Comprender la diferencia entre “pensamientos” y “sentimientos”, a identificarlos en sí mismos y en los demás y a compartirlos con los adultos.
– Entender que las situaciones que presenciamos o las que vivimos en primera persona no deben interpretarse teniendo
como único punto de vista, el propio, sino que es necesario ponerse y entender el punto de vista de los demás.
– Interpretar más justamente las reacciones de un profesor/a, a ponerse en su lugar y a entender que un castigo puede ser
más o menos adecuado pero que no tiene por qué ser deliberadamente malintencionado.
– Comprender que es importante defender la propia opinión y los propios derechos cuando no se está de acuerdo con algo
pero que hay que hacerlo con los ánimos calmados, tras tomarse un tiempo para reflexionar y valorando cuál es el mejor
modo del otro entienda correctamente lo que queremos decir.
– Descubrir cómo en ocasiones, por miedo o timidez, no nos atrevemos a dejar que los demás nos conozcan y que abrirse
merece la pena.
– Entender que las malas experiencias del pasado deben ayudarnos a aprender pero que si una vez algo salió mal, no tiene
por qué repetirse y que, vencer los miedos, tiene su recompensa
Año Publicación 2017
10,95 €